El cuentero
miércoles, 18 de noviembre de 2015
viernes, 13 de noviembre de 2015
EL SILENCIO
En el pueblo de “El Encanto”, existía una montaña sagrada.
Se decía que ahí los aborígenes veneraban a sus dioses. Era una montaña que
asemejaba la silueta del rostro de un indio. Desde ahí se divisaban las
huertas, la arboleda y las frondosas ceibas, los balcones de las casas, el
parque del pueblo, el monumento en forma de peine, y el cementerio. Era muy
agradable disfrutar allí no sólo del paisaje sino de la brisa. La cuestión es que
por más raro que pareciera, únicamente podían subir los hombres.
Una vez, Sara andaba en la búsqueda de su cabra, la había perdido por estar distraída jugando, la buscó por un buen rato hasta que la encontró en la montaña sagrada.
Esa noche, una gran niebla cubrió todo el pueblo, algo muy inusual. Hubo quienes sospecharon que alguna mujer había ido a la montaña. Carmen, la maestra, proclamó que eso era una tonta historia y que solo fomentaba la discriminación, así que convenció a todas las mujeres para que subieran con ella y dieran fin a tal leyenda. Desde ese momento pasarían cosas muy extrañas.
A la mañana siguiente, las aves de Josefina no podían cantar, el bosque no hacía ruido, el herrero trabajaba sin producir sonidos, las campanas de la iglesia se movían sin sonar, tampoco hubo sermón alguno, otros gritaban en silencio, lo sonoro había desaparecido, parecía como si a los sonidos y a las palabras se las hubiera llevado el viento.
El tren viajaba a toda velocidad y al pasar por El Encanto, perdió sus numerosos ruidos. Los pasajeros sintieron por un corto tiempo, como si estuvieran en una película muda.
En algunos hogares se comunicaban con señas, en otros, sólo con la mirada, porque el que calla otorga; algunos sólo sonreían, porque no hay cosa que no se pueda decir con una sonrisa. Algunos sufrieron en silencio; los novios reprimieron sus pasiones, los habladores callaron obligados. Para otros el silencio trajo la soledad, para otros el recuerdo y para otros la calma. Los libros se leían más; el arte de la escritura resurgió, por que los aldeanos escribían sus pensamientos, ya que lo importante no es lo que se dice sino lo que se piensa.
Durante tres días el silencio profundo, reinó en “El Encanto”. El silencio fue más allá, donde las palabras se quedaron limitadas, y donde los cantos no alcanzaron a expresar lo inefable.
jueves, 12 de noviembre de 2015
viernes, 6 de noviembre de 2015
jueves, 5 de noviembre de 2015
sábado, 31 de octubre de 2015
viernes, 30 de octubre de 2015
jueves, 29 de octubre de 2015
miércoles, 28 de octubre de 2015
domingo, 25 de octubre de 2015
Sólo
La niña buscó una pieza bien pequeña del rompecabezas, que le habían regalado en su cumpleaños.
- No lo encuentro mami! - comenzó a llorar.
- No lo encuentro mami! - comenzó a llorar.
Ella lloró por algún tiempo, después, se olvidó de la pequeña perdida. Fue a juguetear con una colegiala de la calle donde vivía. Aprendió, ese día, que en la vida se pierde algo o a alguien.
En el fin de la tarde cayó una tempestad.
*******
Una pieza se separa del rompecabezas. Anhela conocer otros paisajes. Un grito intenso surge en su conciencia: "Quiero ser sólo".
El viento sopla bajo de la mesa. La escoba la barre fuera de la casa. El agua del río la transborda llevándola muy lejos. Ella nunca volvió a su casa, ni sabe más el camino de vuelta. Se olvidó de su pasado. Vive intensamente el presente:
"Yo soy mi propio rompecabezas".
sábado, 24 de octubre de 2015
CONFIANZA
Una tarde, en uno de esos tantos barrios marginales de este mundo, una madre lavaba tranquilamente la ropa a su único hijo amado. Algunos hombres irrumpieron de pronto en su casa y le dijeron:
- Tu hijo no pasa de un asesino. ¡Él acaba de matar a alguien¡
La madre no creyó en lo que hubo oído y siguió su labor. Pero otro hombre llegó poco después y confirmó:
-Si¡ Si¡ Él es un asesino.
La madre, sin embargo, continuó tranquilamente.
-No – dijo ella, prosiguiendo en el trabajo –no; Confío en mi hijo.
Se verificó, más tarde, que las noticias eran falsas.
Cuando la fe verdadera entre padres e hijos, marido y mujer, discípulos y maestros no existe…. Sobrevienen el mal, pero la verdadera confianza no se expone, no se cuenta, no se certifica, no se muestra.
La madre no creyó en lo que hubo oído y siguió su labor. Pero otro hombre llegó poco después y confirmó:
-Si¡ Si¡ Él es un asesino.
La madre, sin embargo, continuó tranquilamente.
-No – dijo ella, prosiguiendo en el trabajo –no; Confío en mi hijo.
Se verificó, más tarde, que las noticias eran falsas.
Cuando la fe verdadera entre padres e hijos, marido y mujer, discípulos y maestros no existe…. Sobrevienen el mal, pero la verdadera confianza no se expone, no se cuenta, no se certifica, no se muestra.
Autor: Fabian Guzman Sanchez
GROSERIA
Hace mucho pero mucho tiempo, se
creó el primer diccionario de la
Lengua Española , para esto se tuvo en cuenta el orden de unas
letras llamadas “Abecedario” las cuales fueron a,b,c, las mellizas c y h
llamadas ch, la d, e, f, g, h, i, y su prima j, la k, l, las gemelas ll, la
familia m, n, ñ, la o, p, q, r, s, t, u, v, la extranjera w, la x, y, z.
Ya creado el abecedario, se fueron llamando a todas las palabras, y se fueron colocando de acuerdo al orden alfabético con su respectivo significado.
La única a quien no se invitó para que estuviera en este aristocrático libro fue la palabra “GROSERÍA” ya que significa carácter de lo que es grosero ó palabra indecente, rustica e ignorante, y no podían permitir que una palabra como esta, se uniera a las demás. Pero grosería, se empeñó para estar allí, decidió colarse, pero como grosería es de ignorantes, no sabía en que letra ni lugar le correspondía estar.
Se introdujo enla
P , y cual sería su sorpresa al toparse con el administrador
del orden público, la palabra “policía” quien la sacó de allí.
Grosería lo intentó en la letra I, se posó al pie de la palabra “iglesia”. Al saberlo la palabra “cura” que es muy perteneciente a este término, la sacó con ayuda del señor “Sermón”.
Grosería lo intentó conla
Z , pero fue expulsada de una patada por “zapato”.
Ya creado el abecedario, se fueron llamando a todas las palabras, y se fueron colocando de acuerdo al orden alfabético con su respectivo significado.
La única a quien no se invitó para que estuviera en este aristocrático libro fue la palabra “GROSERÍA” ya que significa carácter de lo que es grosero ó palabra indecente, rustica e ignorante, y no podían permitir que una palabra como esta, se uniera a las demás. Pero grosería, se empeñó para estar allí, decidió colarse, pero como grosería es de ignorantes, no sabía en que letra ni lugar le correspondía estar.
Se introdujo en
Grosería lo intentó en la letra I, se posó al pie de la palabra “iglesia”. Al saberlo la palabra “cura” que es muy perteneciente a este término, la sacó con ayuda del señor “Sermón”.
Grosería lo intentó con
LOS PIOJOS
Durante muchas generaciones una familia de piojos vivía en la barba de un viejo, veían pocos insectos a su alrededor y ansiaban por el progreso de la región. De tarde en tarde aparecía una u otra pulga con noticias de la posibilidad de un nuevo cambio, pero era todo. Un día el viejo murió, el sueño con el cual anhelaron de no estar tan solos llegó y el hogar fue invadido por insectos propio de los muertos. Primero vinieron los mosquitos, después las moscas, luego las cucarachas, unas hormigas y algunos gusanos, sin embargo un día se acabó la sangre fresca que alimentaba a los piojos. Cogieron la carroña de una cucaracha, después la de una mosca y se cambiaron para la cabeza de un niño donde esperan comenzar nuevas vidas. No reclaman más de la soledad pero echan de falta la barba del viejo.
Román
siendo todo un coleccionista, aguardaba con impaciencia el mal tiempo del
verano tropical, para lanzarse en la búsqueda del tesoro que el mar arrojaba a
la playa, compuesto por decenas de esas pequeñas joyas naturales, llamadas
“conchas de mar”.
Cuando
el día llegó, el joven Román, solicitó la compañía y ayuda de su gran amigo de
parranda Caleb. Ambos buscaron en la orilla del mar y los alrededores. Caleb,
miraba entre las matas intrincadas y espesas, cuando de pronto, encontró una
caracola vacía. Esta caracola llamó la atención de los dos jóvenes, porque
estaba pintada a mano con finos acabados en relieve, que recordaba las piezas
representativas de la cerámica indígena que hubo en esa región.
La
caracola de mar, fue observada por muchas personas en el pueblo. Algunos
decían, que era un elemento que formaba parte del patrimonio cultural del país
y que era mejor llevarlo a la capital; otros comentaban, que debía quedarse en
aquella población y por votación ganó la segunda opción.
Ásael,
quien era en el pueblo el hombre más sabio, escudriñó cuidadosamente el
artículo encontrado y fue quien descubrió el misterio de la “oreja de mar”. Y
dijo: - La Caracola
al ser puesta en el oído, evoca los ecos de las olas, porque ella conoce los
sonidos escondidos y el movimiento de todas las aguas, pero esta caracola es
especial. He descubierto que cada vez que se coloca en la oreja, en lugar de
dejarte oír el mar, lo que oyes es tu conciencia, que es el conocimiento
interior del bien y del mal. Efectivamente, todos quisieron comprobar lo dicho
por Ásael
jueves, 22 de octubre de 2015
Estrellas dañosas
Cuando Cándido llegaba de pescar y caía la noche, le
gustaba observar las estrellas. Desde pequeño siempre las observó y siempre
quiso tenerlas. Todos saben que tener una estrella es imposible. Pero esto no
le importó a Cándido, él quería con todo su corazón poseerlas.
Una vez, que estaba en el pueblo, escuchó desde la calle a una maestra hablarles a sus alumnos de la imaginación. Ella decía que la imaginación era muy importante, por que era la facultad del alma para representar imágenes de las cosas reales o ideales.
Así que cada noche Cándido se iba al jardín de su casa con un plato hondo lleno de agua, y miraba y miraba embebecido el reflejo del brillo de las estrellas y con una gran cuchara de sopa, devoraba una a una y después tendía su red y se quedaba dormido allí, creyéndose el firmamento.
Pero resultó que Cándido comió tantas pero tantas estrellas; que estas se apretujaron mucho y se convirtieron en un agujero negro en su estómago y el pobre murió por culpa de su imaginación.
Una vez, que estaba en el pueblo, escuchó desde la calle a una maestra hablarles a sus alumnos de la imaginación. Ella decía que la imaginación era muy importante, por que era la facultad del alma para representar imágenes de las cosas reales o ideales.
Así que cada noche Cándido se iba al jardín de su casa con un plato hondo lleno de agua, y miraba y miraba embebecido el reflejo del brillo de las estrellas y con una gran cuchara de sopa, devoraba una a una y después tendía su red y se quedaba dormido allí, creyéndose el firmamento.
Pero resultó que Cándido comió tantas pero tantas estrellas; que estas se apretujaron mucho y se convirtieron en un agujero negro en su estómago y el pobre murió por culpa de su imaginación.
Autor; Fabian Guzmán Sanchez
Las reliquias de la muerte
Reliquias de la Muerte
Las Reliquias de la Muerte son tres objetos mágicos muy poderosos supuestamente creados por la Muerte y dados a tres hermanos en la Familia Peverell.
La leyenda del espantapajaro
Hace mucho, pero muchísimo tiempo, mucho antes de aprender a leer solos, quizá una voz amada nos contó alguno de esos cuentos tradicionales que suelen contarse a los niños y que hemos dado en agrupar bajo el rótulo de “cuentos de hadas” o “cuentos tradicionales”.
miércoles, 16 de septiembre de 2015
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