El cuentero

sábado, 24 de octubre de 2015

CONFIANZA


Una tarde, en uno de esos tantos barrios marginales de este mundo, una madre lavaba tranquilamente la ropa a su único hijo amado. Algunos hombres irrumpieron de pronto en su casa y le dijeron: 
- Tu hijo no pasa de un asesino. ¡Él acaba de matar a alguien¡
La madre no creyó en lo que hubo oído y siguió su labor. Pero otro hombre llegó poco después y confirmó:
-Si¡ Si¡ Él es un asesino.
La madre, sin embargo, continuó tranquilamente.
-No – dijo ella, prosiguiendo en el trabajo –no; Confío en mi hijo.

Se verificó, más tarde, que las noticias eran falsas. 

Cuando la fe verdadera entre padres e hijos, marido y mujer, discípulos y maestros no existe…. Sobrevienen el mal, pero la verdadera confianza no se expone, no se cuenta, no se certifica, no se muestra.


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